viernes, 4 de febrero de 2011

Mariposa de Colores

Había una vez una mariposa muy alegre y rebelde que vivía feliz en un humilde lugar, ajena a los problemas del entorno, era una mariposa única de muchos colores y por eso estaba protegida. Volaba cerca de su casa, hasta que poco a poco pudo salir ella sola. La encantaba revolotear por lugares desconocidos.
Por su camino fue conociendo a otras especies, algunas prohibidas para ella. La primera importante fue una bella abeja, un poco posesiva para la mariposa rebelde que solo pensaba en volar y volar, ya que acababa de alzarse en vuelo y no quería aterrizar Pero se cruzo la mala suerte para la abeja y tubo que marcharse, pero siempre será recordara como la primera especie de la que se enamoró. Poco tiempo paso después, hasta que llego un apuesto grillo, esté la fascinó, con sus llamadas de atención y siempre tan seguro de lo que hacia, hizo que la mariposa se decidiese por él. Estuvieron mucho tiempo junto, el grillo fue quitando color a la mariposa y esta cada vez se sentía más insegura, era incapaz de volar y temía quedarse sola. Todo su reino aprobada esa relación. Pero el grillo y la mariposa no funcionaban juntos y el grillo con su decisión y generosidad la dejo marchar, aun así ella se resistía, tardo en comprender que el grillo no era su destino.
Mientras tanto seguía volando y revoloteando. Un día se poso en una flor cerca de un río y aunque muchas veces había estado allí, nunca se había fijado en una hermosa libélula.
Ésta sobrevolaba sobre el río caudaloso y limpio casi cristalino, su entorno era un poco solitario pero la libélula lo hacia muy divertido con su alas transparentes y brillantes. La mariposa se mostraba recelosa, y no quería comprometerse, pero la libélula le resultaba de lo más interesante. Así que decidió dejarse llevar, y tuvo la suerte de ser comprendida y apoyada. El grillo volvió acechar a la mariposa y esta tubo sus dudas, pero la libélula con una gran paciencia y amor lucho por conseguir a la mariposa. Después de esto no hubo más dudas, la libélula y la mariposa unieron sus alas, volaron juntas, pero también independientes, eran muy diferentes, pero se entendían a pesar de la rebeldía de la mariposa, que parecía que tenia que ir a contracorriente, sin saber que había encontrado a la mejor especie, a la mas paciente, divertida y con la que podía compartir río, flores, y también alguna que otra tormenta. Tormentas de las que la mariposa  ha aprendido a buscar un refugio y  a mantenerse cerca de su libélula  pese a la lluvia porque después de todo, estando con la libélula, se siente la mariposa más alegre y bonita del reino.

1 comentario:

  1. Tu grillo emocionado, se alegra de haberte liberado, con él no hubieses volado, ni tal alto ni tan lejos ni tan grato.

    Mi alegría es saber que mi sacrificio sirvió para que al menos la mariposa recobrara su esplendor y que pudiese deslumbrar a la apuesta y grácil libélula y en sus vuelos compartir su alegría por vivir.

    Gracias

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